En este clima de incertidumbre en que nos encontramos los
trabajadores bancarios, dada la actitud irresponsable de las cámaras
financieras de dilatar una respuesta a nuestros requerimientos en paritarias, y
más aun pudiendo darla con creces por las siderales ganancias obtenidas por los
bancos en todo el 2011, el NBERSA ha sumado un factor más de descontento y
repudio dentro de su plantilla de personal.
Este “reconocimiento variable extraordinario”, que es
potestad de la Empresa hacerlo, les fue advertido desde la ASOCIACIÓN BANCARIA
de que íbamos a reaccionar si nuevamente excluyeran o discriminaran a nuestros
compañeros.
Y han hecho la misma patraña de siempre en cuanto a
metodología. Y eligieron estos días muy sensibles para el personal para su insano
cometido; porque no les interesa en absoluto la materia humana, el verdadero
capital de su Empresa. Sí interesa para obtener “resultados” y “crecimiento”. Y
dan a entender que todos fuimos calificados según estos términos.
¿Y quienes fueron los hábiles calificadores? Con seguridad
podemos afirmar que son los mismos cerebros del staf, los diestros funcionarios
que a mediados del 2011, utilizando parámetros que sólo ellos pueden
argumentar, arremetieron contra destacados clientes de nuestro Banco y
entidades mutualistas, solidarias y productivas, para echarlos sin ninguna
explicación.
Ante la lógica reacción, y también nuestro accionar, debieron
dar marcha atrás con su paranoia, y prácticamente debieron arrastrarse para
recuperar las afrentosas cartas documento remitidas, y ensayar una
justificación que nadie les creyó.
Estos son los “Eskenazi Boys” que hoy califican, discriminan
y excluyen compañeros. Que pregonan el crecimiento de la Entidad, pero no
comparten equitativamente las ingentes ganancias obtenidas con los verdaderos
actores: los empleados del Nuevo Banco de Entre Ríos.
Y como en el mundo del revés, esta casta funcionarial que no
tiene escrúpulos es la única agraciada para recibir a destajo exorbitantes
sumas “gratificatorias” según el dedo patronal.
Expresamos nuestro
repudio por esta nueva afrenta al personal del NBERSA.
Estos “altos funcionarios” solo sirven a un propósito
empresario, y jamás justipreciaran realmente el desempeño del personal, porque
según su óptica somos recursos para sus fines.
A los compañeros, tomen como reflexión la dignidad de su
trabajo. No es vara de medir un puñado de monedas. Un patrón que se precie de serlo debe valorar no solo la capacidad, la
idoneidad, sino también el valor humano de sus trabajadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario